25 julio

 

Me he despertado pronto por la mañana (pronto lo que se dice pronto, o sea, a las 5.30 am) para poder ir a The Big Zip, la tirolina más larga del mundo (casi 9km). Al principio nos han dado una charla sobre la seguridad de la actividad, qué hacer y cuáles son los requisitos.

 

 

Después de llenar de piedras mi mochila para llegar al peso mínimo, nos hemos puesto el arnés y comprobado que todo estaba ajustado como se debe para empezar la caminata que nos llevaría al principio de la tirolina.

 

Mientras dábamos el laaaaargo paseo, teniendo que llevar parte de las herramientas que utilizaríamos, pudimos comprobar la belleza de la niebla porque de las vistas era difícil.

 

A esta foto la llamo La Nada, porque no hay nada.

 

Y por fin llegamos a la cima. Nos empezó a entrar un cosquilleo que subía hasta la garganta. ÍVAMOS A SUBIR A LA TIROLINA!

Los ISTs (Equipo Internacional de Servicio o International Service Team, por sus siglas en ingles) nos enseñaron cómo teníamos que ir todo el viaje. Esa posición con las piernas cruzadas vaya que fue incomoda, perocon la diversion que tuvimos olvide lo incomoda que fue.

 

Y por fin pudimos volar junto  a una nube gigante, hacia la nada.

Print This Post Print This Post