Como se nos está haciendo costumbre, nos levantamos tempranísimo y salimos camino a las actividades acuáticas que nos faltaban. Empezamos por el Walter reality que es una carrera de obstáculos acuáticos. El récord es de 3 minutos 22 segundos. Nuestros grupos hicieron entre 7 y 13 minutos… pero fue realmente divertido, el penúltimo obstáculo era un iceberg que había que escalar. Suena fácil, pero no lo es, para nada, no había forma de no caerse al menos 3 veces antes de subirlo.

Luego fuimos al Paddleboarding de nuevo (no había fila y había que aprovechar) pero esta vez hicimos el programa avanzado por lo que estuvimos muchísimo más tiempo, estuvimos todos juntos e hicimos muchos juegos, tales como cabeza, hombros, rodillas, ¡Salta! Algo super divertido ya que casi todos nos caíamos. O también las carreras o los juegos de cambiar de tabla con un compañero primero estando de rodillas y después estando de pie. Sin duda increíble, y ahora, en los últimos días del Jamboree digo que fue de las mejores actividades.

Después del Paddleboarding fuimos corriendo al otro lado de la reserva para llegar al kayak, y cómo ya sabíamos más o menos como funcionaban los remos decidimos ir directamente a la parte para avanzados, que fue súper chévere y agotador (me duelen los brazos) hicimos carreras, nos enseñaron a como caernos y subirnos a los kayaks y jugamos con un frisbee. Lo gracioso fue que apenas salimos de los kayaks empezó a llover a cántaros, horrible, igual que el primer día en el jamboree. Se suspendieron todas las actividades ya que era una tormenta eléctrica. El clima me sorprendió muchísimo, no hizo más que recordarme a Bogotá, en un momento hace un sol encandilador y al siguiente, BUM, tormenta eléctrica y así durante tooodo el día.

Hoy no fuimos a ninguna fiesta, hacía demasiado frío y la mayoría de la tropa tiene una gripa terrible, así que nos pusimos a jugar UNO, con reglas bastante extrañas (con manotazo, escalera, silencios, escaleras, espejos etc) y escuchar música hasta que nos fuimos a dormir todos.